
Entrevista a Omar Corral Palacios, Ingeniero Aeronáutico y alumni del ISAE-SUPAERO de Toulouse
“Estudiar en Francia fue una de las mejores experiencias de mi vida”
Omar Corral Palacios es Ingeniero Aeronáutico y actualmente se desempeña como Ingeniero de Proyecto en ENAER en Chile. Tras formarse en la Academia Politécnica Aeronáutica de la Fuerza Aérea de Chile, obtuvo la prestigiosa beca GIFAS que le permitió cursar un posgrado en el ISAE-SUPAERO de Toulouse. En el marco del ciclo de testimonios France Alumni Day Chile, Omar comparte en esta entrevista su experiencia académica en Francia, reflexiona sobre el impacto que tuvo en su trayectoria profesional, y analiza los desafíos y oportunidades que enfrenta hoy la industria aeroespacial.
1. ¿podrías contarnos tu nombre completo, tu nivel y ámbito de estudios, y cuál es tu cargo actual?
Mi nombre es Omar Corral Palacios. Soy Ingeniero Aeronáutico titulado de la Academia Politécnica Aeronáutica de la Fuerza Aérea de Chile, una academia militar que forma a oficiales ingenieros, con una carrera de siete años de duración. Luego de titularme, fui destinado a trabajar en la I Brigada Aérea de la Fuerza Aérea, Iquique.
Recibí una beca otorgada por GIFAS, organismo aeronáutico francés que entregaba apoyos a los mejores estudiantes de ingeniería de la Fuerza Aérea de Chile, como parte de un convenio de cooperación con Francia que estuvo vigente hasta poco después de mi generación. La Fuerza Aérea entrega esta beca para el 1º lugar de ingeniería para seguir estudios en Francia, en uno de los mejores lugares para estudiar aeronáutica en el mundo. Gracias a esta beca, tuve la oportunidad de realizar un posgrado de “Mastére Spécialisé Aeronautical AMS, Aeroespacial, mantenimiento aeronáutico”, en el ISAE-SUPAERO de Toulouse entre los años 2009-2010 en un país considerado como uno de los líderes mundiales en el ámbito aeronáutico. El organismo se encargó de preparar mi llegada a Francia con 3 meses de anterioridad con cursos de francés, de cultura, y de los trámites de visa. En 2011, seguí un diplomado en “Gestión de Activos y Mantenimiento” en el Departamento de Ingeniería de Minería, de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Actualmente me desempeño como ingeniero de Proyecto en ENAER, participando en el diseño de la aeronave Pillan II. Al mismo tiempo, estoy siguiendo un Magíster en Innovación, con el objetivo de desarrollar innovación en el ámbito aeronáutico, ya sea en ENAER o una futura startup centrada en aplicaciones aeronáuticas.
2. ¿Cómo nació tu interés por el espacio y la tecnología aeroespacial?
Desde pequeño me fascinó la aviación. Por eso, al terminar el colegio, decidí buscar una carrera profesional que me permitiera desarrollarme en el ámbito aeroespacial. En ese entonces, la Fuerza Aérea representaba la principal puerta de entrada al mundo aeronáutico en Chile, y a pesar de las recomendaciones familiares que me sugerían optar por una ruta civil, ingresé a la institución para estudiar Ingeniería Aeronáutica.
3. ¿Por qué elegiste estudiar en Francia? y ¿Qué destacas de esa experiencia?
En mi promoción egresé con el primer lugar, lo que en ese entonces era premiado con la beca GIFAS para estudiar en el ISAE-SUPAERO de Toulouse. Durante mi estadía, tuve la oportunidad de conocer de cerca la construcción de un satélite en curso en la institución, lo que, si bien no era el foco de mi especialización, amplió mi visión sobre el ecosistema aeroespacial. Las clases se impartían en inglés, y compartí aula con profesionales de todo el mundo, lo que enriqueció enormemente mi experiencia. El máster duraba un año y medio, con ocho meses de clases teóricas intensivas, seguidos de cinco meses de práctica profesional.
De hecho, como parte de los estudios, debíamos completar una pasantía en una empresa aeronáutica local, lo cual pude concretar a través de la empresa Airbus, Customer Support, donde trabajé en un proyecto centrado en los factores que influyen en los costos de mantenimiento de aeronaves. En esa oficina, se realizaban análisis de conveniencia para la aplicación de mejoras de sistemas a las aeronaves de la empresa, con el propósito de optimizar su ciclo de vida desde una perspectiva integral. Fue muy valioso constatar que, en términos logísticos, existen muchos elementos en común entre la aviación comercial como la militar. Haber podido trabajar en Airbus por unos meses ha sido una experiencia inolvidable por todo lo aprendido y la posibilidad de conocer a profesionales que trabajan en una de las empresas aeronáuticas más grandes del planeta.
Estudiar en Francia fue, sin duda, una de las experiencias más significativas de mi vida en términos profesionales como en el desarrollo personal, debido a que ISAE- SUPAERO es una de las universidades más prestigiosas del mundo en el tema aeroespacial. Conocer a distintos profesionales de todo el mundo, es una experiencia que te permite ver todo de una perspectiva distinta.
Finalmente me gustaría agregar que vivir un tiempo en Francia es una experiencia muy enriquecedora, sobre todo por la posibilidad de poder conocer y adaptarse a nuevas culturas y generar nuevos amigos no solo de Francia, sino que de muchos países. De hecho, conservo la amistad con un colega francés, Bruno, con quien nos seguimos reencontrando a lo largo de los años. Francia es espectacular en términos de tecnología, y estudiar allá me permitió ver el mundo desde una nueva óptica.
4. ¿En qué medida tu estadía en Francia impactó tu carrera profesional actual?
Tras finalizar el magíster, regresé a Chile para retribuir lo aprendido en la Fuerza Aérea, donde los conocimientos adquiridos fueron esenciales para poder contribuir al diseño y desarrollo de diferentes sistemas logísticos, que permitieron no solamente aumentar la operatividad de la flota, sino que también, su aeronavegabilidad.
Posteriormente, trabajé en la División de Ingeniería, donde se desarrolló una capacidad relevante para modificar las aeronaves de la flota institucional y poder aumentar sus capacidades operativas de acuerdo con las necesidades de la Fuerza Aérea, eso fue en gran parte posible por los conocimientos que pude adquirir en Francia y las habilidades que tienen que ver con la gestión logística que son parte esencial de la carrera que estudié.
Finalmente, creo que todo lo aprendido en Francia tiene una especial relevancia en mi contribución al diseño de la aeronave Pillan II, no solo relacionado con el conocimiento de los aspectos técnicos del diseño, sino que también en la implementación de herramientas logísticas para su gestión de ciclo de vida.
5. ¿Cuáles son, en su opinión, los principales desafíos que enfrenta hoy la industria aeroespacial?
Respecto a los desafíos actuales, desde mi punto de vista, me llama la atención el surgimiento de nuevos actores dominantes, como lo es China en el ámbito militar y Embraer por el lado de la aviación comercial. Este panorama sienta un desafío para los actores que ya dominan la industria pero que, por otro lado, son una oportunidad para que otros actores menores puedan surgir de la mano de la innovación.
Ahora me encuentro realizando un Magíster en Innovación, y lo que hemos visto es que la integración de la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías es un aspecto clave en todas las industrias, pero su implementación conlleva riesgos importantes. Por lo que el gran desafío hoy en día es integrar innovación tecnológica sin comprometer la seguridad, que es y seguirá siendo la prioridad en esta industria. Nuevas herramientas tecnológicas, como lo es la masificación de la IA, procesos de fabricación avanzados como la impresión 3D y la “Big Data”, pudieran ir remodelando el panorama mucho más rápido de lo que hemos observado en el último tiempo.
Otro gran desafío es la integración de lo sustentable. Recuerdo que ya en 2009, durante mis estudios en Francia, un profesor en ISAE- SUPAERO nos mencionaba que cualquier cambio tecnológico que realicemos, por muy avanzado que sea, siempre cede cierto rasgo de rendimiento respecto a su antecesor, puede ser una característica no observada o no valorada. En ese sentido, la integración de tecnologías más responsables con el medio ambiente y mantener por otro lado las características de rendimiento y aeronavegabilidad ya alcanzadas es un gran desafío. Recuerdo que de este tema ya se hablaba en seminarios patrocinados por Airbus en la universidad en el año 2009, y si vemos el panorama de la aviación comercial, las aeronaves han ido incrementando su rendimiento, pero aún no han migrado a una capacidad realmente amigable con el medio ambiente, lo cual se va a ir haciendo más relevante en la medida que avance el cambio climático.
6. ¿Qué avances tecnológicos están marcando el ritmo del sector hoy? ¿Y qué espera ver en los próximos 10 años?
Si hablo desde mi experiencia, creo que estamos en una zona de transición. Si bien tecnologías que han avanzado mucho como la impresión 3D, miniaturización, nuevas tecnologías de fabricación de baterías y materiales avanzados han ido permeando en la industria aeronáutica de manera importante, creo que la Inteligencia Artificial pudiera ser un cambio más relevante que todo lo mencionado y que aún no ha sido totalmente asimilado.
Lo anterior no es tan visible debido a que el desarrollo de todo su potencial en la industria aeroespacial está en desarrollo, sobre todo porque las aplicaciones de Inteligencia artificial aún se encuentran en constante evolución y las empresas y personas aún no han integrado totalmente su uso más eficaz. En este sentido, veo oportunidades en el diseño generativo, el cual pudiera ser iterado a través de operaciones reales en ambientes hostiles y/o a través de gemelos digitales, incrementos en la capacidad de simulación de sistemas más complejos y la asistencia de operaciones en múltiples actividades a través de todo el ciclo de vida de la aeronave.
Estamos en una etapa de transición. Tecnologías como la impresión 3D, nuevos materiales, baterías de alto rendimiento o la miniaturización ya han permeado la industria. Sin embargo, creo que la Inteligencia Artificial (IA) es el cambio más disruptivo, aunque aún no ha sido plenamente asimilada. Todavía no tenemos del todo claro cómo aprovechar al máximo el potencial de la Inteligencia Artificial en el ámbito aeroespacial, porque siento que aún no ha sido completamente asimilada. La clave, para mí, está en entender cómo la IA puede ayudarnos a mejorar lo que ya existe: por ejemplo, optimizar el diseño de aeronaves mediante simulaciones avanzadas. En el ámbito del negocio, la innovación también pasa por entender mejor los patrones de consumo.
La IA también puede ser aplicada a la determinación de comportamientos de consumo, determinación de necesidades de los clientes, desarrollo de nuevos productos y servicios que se ajusten de mejor forma a las necesidades del mercado. Por ejemplo, recuerdo que nos comentaban en las clases del Master en Francia, que la filosofía de diseño de la aeronave Airbus A380 era poder generar vuelos de alta demanda y distancia. Un avión como este requiere llenarse para ser eficiente, y ahí la IA puede ser una herramienta poderosa para analizar comportamientos que influyen en la tecnología y en la toma de decisiones estratégicas.
La industria ahora está migrando hacia vuelos con un menor número de pasajeros respecto a aeronaves como Boeing 747 y Airbus A380, pero con un mayor alcance y eficiencia, debido en gran parte a que es muy difícil llenar un A380 con pasajeros para cumplir con su máxima eficiencia. Esto obviamente fue concebido en respuesta a los comportamientos de consumo de los pasajeros, que prefieren vuelos directos con menos escalas.
Veo un gran potencial en la impresión 3D. Hoy ya se utiliza para fabricar piezas complejas con altos niveles de rendimiento, y creo que su integración en procesos de prototipado es clave para el futuro de la aeronáutica. En los próximos 10 años, estoy convencido de que aprenderemos a aplicar de manera mucho más efectiva la IA en este ámbito, aunque no siempre será posible incorporar todas las tecnologías de forma inmediata, especialmente por los altos estándares de seguridad que exige la industria.
Además, estamos viviendo un cambio de paradigma. Lo que vemos, por ejemplo, en China o incluso en Ucrania, donde los drones se utilizan activamente en contextos de combate, nos muestra que la innovación en defensa está avanzando muy rápido. La integración de nuevas tecnologías y el cambio en la concepción de su uso, como lo es la utilización de drones en el campo de batalla, es una oportunidad relevante para que Chile pueda participar de forma más activa en la industria.
En cuanto al rol de Chile, creo que hay un espacio creciente para participar más activamente en el desarrollo y aplicación de estas tecnologías, especialmente si se fortalece la colaboración internacional con países como Francia.
7. Según su opinión, ¿cómo cree que se puede fomentar más vocaciones científicas en esta área?
Creo que lo más importante es involucrar a los niños desde temprano en la adopción de la tecnología, pero esencialmente desde lo experimental y que además les permita protagonismo. Cuando las personas se sienten empoderadas del conocimiento para poder desarrollar cosas y tienen permiso para equivocarse en un contexto seguro, aprenden mucho más rápido y eso les permite cristalizar el aprendizaje en una experiencia tangible. Una vez leí el libro “El poder de las palabras”, que establece que la mente aprende a través de un relato y todo el conocimiento se encuentra interconectado como una especie de Lego. Si eres capaz de integrar la tecnología progresivamente, las personas podrán integrar más conocimiento en una dimensión más profunda, lo que motivará que desarrollen y dominen áreas del saber más complejas.
Creo que también es esencial dar margen para la equivocación. Aprender no solo implica asimilar conocimiento y usarlo, sino que también equivocarse y perseverar. Es ahí donde creo que habilidades blandas con el dominio personal y la disciplina son esenciales.
Lo último que puedo agregar es el tema del ecosistema. El permitir a los jóvenes relacionarse con personas que están en el frente de batalla del desarrollo y la innovación es un motivador relevante. Como ya lo dije anteriormente, poder aprender en el aula con profesores que estaban desarrollando las aeronaves que se encuentran en el estado del arte de la tecnología para mí fue una experiencia que repercute en tu interés por aprender y relacionarse en el desarrollo de conocimiento a un nivel más profundo. En este sentido, creo que el desarrollo de la internet y las tecnologías de la información es una oportunidad que aún no ha sido explotada en todo su potencial.
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